El partido de esta semana será siempre recordado por ser el primer partido que disputamos en nuestra casa.
Fue una grata la sorpresa ver como las gradas estaban bastante pobladas de familiares y amigos que quisieron arroparnos en este día tan especial. (nota: recordad estas palabras para posible invitación de una boda)
No obstante, el partido no fue todo lo emocionante que en un principio nos esperábamos a vida cuenta del resultado del partido de ida en el que perdimos de 10 puntos y tuvimos opciones hasta el final. Sin ninguna duda fuimos superados por la presión, pero no por la presión de jugar en casa ante nuestros familiares y amigos, sino por la presión que los egabrenses nos aplicaron en defensa de manera magistral. No hubo manera de superar una defensa presionante muy bien planteada y trabajada por los de Cabra que a base de humildad y esfuerzo no nos dieron opciones en ningún momento. A destacar sin duda la actuación del base suplente de Cabra (disculpad que no recuerde su nombre) quien nos dio una lección de fundamentos de este juego, fue una autentica gozada ver jugar a este chico, solo por ver su actuación mereció la pena ir a ver el partido. Los chicos de Paco Vivar son un equipo muy bien trabajado por su técnico del cual debemos aprender muchísimo tanto de la manera de jugar como de la actitud con la que afrontan los partidos.
Sin ninguna los responsables del equipo debemos reflexionar mucho todo lo ocurrido, no solo en el encuentro disputado el sábado, sino en las últimas semanas y plantearnos donde hemos cometido errores y que debemos mejorar. Lo que esta claro es que se va a producir un cambio radical en la manera de entrenar y en el concepto de los entrenamientos. Ahora bien, nada de esto producirá ningún resultado si determinados jugadores no se plantean un cambio de actitud. En el baloncesto como en la vida real, si no te preparas bien y no das todo de ti mismo, te supera la presión.
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